Todo está en silencio. Los instrumentos de cuerda, los de viento y percusión esperan la señal del director para empezar la pieza. Al otro lado está el público callado, tragando más espeso y conteniendo la tos. Hay alguien que no lo puede evitar y con el primer acorde empieza a toser. ¿Por qué siempre ocurre esto?
Toser en conciertos es el tema de estudio del alemán Andreas Wagener, quien analiza la cruda realidad de cómo la gente tose más en medio de un recital que en su vida cotidiana.
«Toda la estadística existente sugiere que la gente tose dos veces más durante los conciertos», le dijo Wagener a la BBC.
Incluso si la media de la audiencia supera la tercera edad, el especialista señaló que la acción de hacer fuerza con la respiración para sacar del pecho lo que molesta es considerablemente superior que en otros momentos de la vida.