Con «Wrecking ball», donde aparece desnuda sobre la bola de demolición que da nombre a la canción, consigue otro eslabón que la pone en la cima de los virales de la web.
Su nombre fue una tendencia mundial desde el momento en que su nuevo video fue colgado oficialmente en Vevo, donde minuto a minuto suma «viewers» de a miles. Lo cierto es que desde su actuación en la entrega de premios MTV, que provocó una «censura» de Vogue y con el antecedente de «We can´t stop», la «Madonnización» de Cyrus está en marcha.
Y es un éxito. No solamente por la viralización de su nuevo clip, sino porque las ventas que la elevan rápidamente en los rankings (ya está 14º en el Hot 100 de Billboard) hacen prever que será Top 5 durante un largo rato.
En rigor, la apuesta del nuevo video de la ex Hannah Montana tiene mucho más de aquel «Nothing compares 2U» de Sinead O’Connor -sobre todo en los planos cortos y su dramatización- que de los videos de Madonna, de la que busca tomar valores más intangibles que estéticos. Por ejemplo, su provocativa irreverencia.
Esta vez, la apuesta de Terry Richardson, un director que hizo su fama como fotógrafo, denota su origen por lo sencillo -hasta lo austero- de la idea y el trabajo de estudio basado en las expresiones de su modelo, tal como lo había logrado con Lady Gaga cuando fue objeto de su lente.