Han tenido que pasar nueves meses desde que comenzaran los diálogos de paz entre el Gobierno colombiano y las guerrilla marxista-leninista de las FARC, para que estas reconocieran su parte de responsabilidad en las miles de víctimas que ha dejado una guerra que ya cumple medio siglo.
A la entrada del Centro de Convenciones de La Habana, donde el pasado lunes se reiniciaron las conversaciones de paz, la delegación de la guerrilla de las FARC reconoció públicamente que sus hombres provocaron víctimas y también abrieron la posibilidad a una “reparación con total lealtad a la causa de la paz y la reconciliación”.
Esta es la primera vez que tal reconocimiento se da ya que insistentemente habían negado su responsabilidad. Varios de los negociadores de esta guerrilla en La Habana habían dicho en diferentes ocasiones que no tenían porqué responder ante ninguna víctima ya que son “luchadores populares” y no cometen “crímenes contra el pueblo”.
Ahora parece que han ablandado su posición. El pronunciamiento lo hizo uno de los negociadores y jefe del Bloque Occidental de esa banda Jorge Torres Victoria, alias Pablo Catatumbo, quien aseguró que hay necesidad de resarcir a las víctimas de la violencia. “Todo con el ánimo de resaltar la necesidad de que el resarcimiento incluya la obligación para las partes del perdón colectivo, a efectos de que una vez alcanzada la paz definitiva –de llegarse a ella–, nos obliguemos todos a un ‘nunca más’”, dijo Catatumbo a los medios antes de entrar a una nueva sesión de esta decimo tercera ronda de negociaciones.
El jefe guerrillero reconoció que en ese conflicto armado “ha habido crudeza y dolor provocados desde nuestras filas”, pero matizó que el Estado colombiano ha sido partícipe de esa crueldad. “El enemigo nunca fue ni ha sido fácil, no se sujetó a normas de combate”, dijo Catatumbo.
También propusieron crear una comisión de expertos nacionales e internacionales para que se haga un balance del número de víctimas que ha dejado el conflicto armado colombiano. Esto, cuando hace menos de un mes se conoció un extenso y desgarrador informe del Centro Nacional de Memoria Histórica donde se llegó a la conclusión de que el conflicto armado había dejado 220.000 muertos desde 1958 y que 176.000 de las víctimas eran civiles. Según Memoria Histórica, por cada combatiente han muerto cuatro civiles y de cada 10 colombianos que murieron en los últimos 54 años, tres perdieron la vida por causa de la guerra.
En el acuerdo de negociación que firmaron las FARC con el Gobierno colombiano para terminar el conflicto al inicio de los diálogos, el tema de las víctimas quedó resumido en una frase de gran significado que no fue fácil incluir. Luego de intensas discusiones se definió que[pullquote] resarcir a las víctimas está en el centro del acuerdo, algo en lo que ha insistido Santos permanentemente.[/pullquote]