Si para el 10 de septiembre no logran un acuerdo, irán a juicio.
Aunque la estrella del pop Jennifer López llegó a un acuerdo prejudicial esta semana con su exmarido Ojani Noa para evitar la difusión de un vídeo privado de contenido sexual -filmado durante su luna de miel en 1997- el exmodelo no habría dado todavía la batalla por zanjada y ahora exigiría a la intérprete una indemnización de casi $4 millones para ceder por completo sus derechos.
Se desconoce todavía si la Diva de El Bronx aceptará las nuevas condiciones que le marca su expareja, algo difícil de asegurar teniendo en cuenta que Jennifer consiguió hace dos años torpedear los intentos de Ojani de comercializar la controvertida película a través de una exitosa demanda.
El suculento negocio que podría constituir la distribución del vídeo -a pesar de que vulnera por completo la intimidad de la neoyorquina- también ha motivado que aparezca en escena otro personaje que reclama una compensación económica por parte de Jennifer si esta quiere adueñarse totalmente de la cinta. Este es el caso del empresario Ed Meyer -socio del citado Ojani Noa-, quien asegura poseer también una parte de la propiedad comercial de la grabación y no parece estar contento con el arreglo financiero propuesto por los abogados de la artista.
«Ni Ojani Noa ni yo estamos totalmente satisfechos con los términos de la propuesta que nos ha hecho el abogado de Jennifer. Nos parece que el precio que quiere pagar para adquirir todos los derechos del vídeo es ridículo, y por eso hemos demandado ahora que aumente la oferta si quiere cerrar el asunto para siempre», reveló Meyer al canal E! News.
Los rifirrafes entre Jennifer y Ojani en los tribunales no son nuevos, ya que hace unos años el exmarido de la vocalista firmó un acuerdo de confidencialidad que le prohibía desvelar los episodios más jugosos de su extinto matrimonio con la diva.
Aunque en ese litigio ambas partes llegaron con rapidez a una solución consensuada, el actual enfrentamiento que mantienen por la codiciada cinta lleva más de dos años generando titulares en los medios de comunicación, y si ambos no son capaces de llegar a un acuerdo final antes del 10 de septiembre, dará comienzo una agria batalla judicial en la corte que promete atraer mucha más expectación, si cabe, a un asunto que Jennifer ha tratado -sin éxito- de enterrar en el pasado.