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El sudamericano se llevó el premio a Mejor fotografía por Life of Pi. «La película fue bastante difícil de hacer. Pero fue realmente genial», dijo el ganador de 47 años.
Claudio Miranda, ganador del Oscar a Mejor fotografía por Life of Pi, es un chileno-estadounidense que buscó ofrecer una experiencia «inmersiva» y rompió las normas de la fotografía en 3D.
Traducida como «Una aventura extraordinaria» o «La vida de Pi», la cinta del taiwanés Ang Lee narra la supervivencia de un joven a la deriva junto a un hambriento tigre de Bengala.
«La película fue bastante difícil de hacer. Pero fue realmente genial», dijo el fotógrafo de 47 años, nacido en Chile y criado en Los Ángeles, al recibir el trofeo el domingo y, casi sin aliento por la emoción, exclamó: «¡Apenas puedo hablar!».
Trasladar a imágenes el filosófico libro del canadiense Yann Martel, en una película que transcurriría en su mayor parte en el agua, fue todo menos fácil para Miranda, quien traía experiencia visual digital tras dirigir la fotografía 3D de «Tron: Legacy», en 2010.
«Sabíamos que no podíamos poner a un muchacho y a un tigre juntos en un bote, sino que necesitaríamos que el departamento de Efectos Visuales agregara luego al tigre. Y a rezar para que no quedara como un personaje de dibujos animados», dijo Miranda.
Pero, además, los creadores debieron construir en Taiwán un tanque de 30 x 90 metros para poder controlar la luz en todas las escenas acuáticas; y estudiar el comportamiento de las olas y el océano en un filme donde el agua es prácticamente un tercer personaje, junto al protagonista Pi y el tigre Richard Parker.
Y luego vinieron las dificultades de trabajar en 3D en particular, porque los creadores temían que un bote a la deriva provocara náuseas a la audiencia.
