jueves , marzo 28 2024

6 hábitos que dañan tus riñones

El consumo excesivo de sal y ciertos medicamentos afectan la salud de estos órganos vitales.

Tienes sobrepeso o estás obeso u obesa? ¿Sufres de diabetes o de alta presión? ¿Te gusta echarle sal a la comida sin probarla antes para saber si la necesita o no? ¿Tomas pastillas antiinflamatorias a tu antojo?

Si tu respuesta fue afirmativa para alguna de estas preguntas, es bueno que empieces a bajar de peso y cambiar estos hábitos que amenazan la salud tus riñones.

“Las personas con sobrepeso tienen un riesgo más alto de padecer de la enfermedad renal, debido a los problemas de presión alta y diabetes que en ellos se presenta”, explica el Dr. Eduardo López,  médico internista y nefrólogo de Kaiser Permanente en Panorama City, California.

Pero si bien la hipertensión y la diabetes (que es la principal causa de las muertes originadas por este mal a nivel mundial) dañan los riñones, el galeno resalta que existen ciertos hábitos y alimentos muy comunes que también los dañan y ponen en peligro la vida de las personas cuando se produce la falla renal.

“El grave problema que se tiene con las enfermedades renales es que cuando se detectan ya están  en un estado muy avanzado y no se puede hacer casi nada porque los daños a los riñones son irreversibles”, acentúa el galeno y describe algunos de los  hábitos y alimentos más comunes que afectan a los riñones.

Consumo excesivo de sal

La dosis máxima recomendad de gesta de sal al día es de tan solo 1,500 miligramos. Cuando se consumen más de esta cantidad, este condimento empieza a acumularse en los riñones causando el mal funcionamiento de estos.  Así que bájale al uso del salero y sobre todo al consumo de los alimentos procesados  —(como son los embutidos, enlatados y alimentos congelados) y de comida rápida, que tiene un alto nivel de sodio que dañan los riñones. De acuerdo con los estudios, el 75% del sodio que se consume proviene de los alimentos procesados y no de la sal pura.

Mucha soda

Las personas que tienen el mal hábito de tomar muchas bebidas gaseosas azucaradas están en riesgo de padecer de enfermedad renal, así como un riesgo alto de producir cálculos renales porque inhibe una sustancia en la orina llamada citratos que previene la formación de estos.

Las medicinas antiinflamatorias

El consumo por años de los medicamentos antiinflamatorios no asteroides también daña el riñón y, desafortunadamente es un hábito muy común entre los latinos.

“La publicidad de los medicamentos antiinflamatorios que bombardean a nuestra gente hacen aceptable y normal tomarse dos o cuatro pastillas de Ibupofren o Motrin para calmar algún dolor y tener un día productivo, sin pensar que esta práctica es sumamente nociva para los riñones ya que estos medicamentos cortan la circulación del flujo renal y, eventualmente, a través de los años, producen una falla renal irreversible”, detalla el galeno.

Algunas personas logran modificar este mal hábito a tiempo, antes de ocurra el fallo renal.

El Dr. López señala con énfasis, que esta práctica es sumamente peligrosa en los mayores de 65 años, ya que a partir de esta edad la circulación del flujo renal está ya comprometida tras alguna enfermedad o ingesta de otros medicamentos.

Demasiada ingesta de proteínas

La ingesta de proteína en exceso puede ser nociva a largo plazo para el riñón porque, como filtro de lo que comemos y bebemos, tiene que trabajar mucho cuando rompe las proteínas para que se conviertan en aminoácidos. Y ese trabajo tan forzado lo afecta.

“Para evitar este daño, se recomienda consumir una cantidad de proteína (ya sea carne, pollo o pescado) que sea equivalente al tamaño de la palma de la mano”, dice el médico internista.

El cigarrillo

Médicamente se han identificado más de 200 enfermedades asociadas directamente al consumo del cigarrillo, un hábito muy peligroso para las personas con enfermedad renal persistente.“Sabemos que los pacientes con enfermedad renal tienen tres veces más riesgo de que su enfermedad progrese”, detalla el Dr. López.

El sedentarismo

La inactividad es también motor de varias enfermedades crónicas, como la diabetes, que se dijo inicialmente, conlleva a la gran incidencia del fallo renal.

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