Parear el nombre de Jennifer López con la palabra “fracaso” podría sonar como improbable para muchos, pero lo cierto es que no todo le ha ido de maravilla a “la Diva del Bronx” en su carrera artística.
Si bien experimentó un repunte como figura dentro de la industria musical con la excelente acogida que tuvo su último cedé Love? y su primera gira mundial de conciertos, lo cierto es que parece que J.Lo no está exenta de ese refrán que afirma que el que mucho abarca poco aprieta.
Y es que si damos una mirada a lo que ha sido su trayectoria en el llamado séptimo arte durante los pasados 10 años, lo cierto es que en ese menester más que reina se ha convertido en cenicienta.
Lejos han quedado aquellos tiempos en que el nombre de Jennifer López era sinónimo de éxito taquillero. Tan lejos como los estreno de Selena o The Wedding Planner.
Desde el 2002 hasta el presente, la actriz ha participado en 11 largometrajes, que tienen como elemento en común lo poco atractivo que han resultado en materia de atraer público a las salas.
Con excepción de Maid in Manhattan y Monster-in-Law , López ha encabezado el elenco de cintas que a duras penas han podido recuperar su presupuesto de producción y ni hablar de Gigli y Jersey Girl, las cuales representaron pérdidas millonarias para sus productores.