La diva latina estaría muy molesta por el escándalo generado por su extremo divismo…
Aunque Jennifer López y el actor indio Shahrukh Khan siempre han mantenido una estrecha amistad, su relación podría venirse abajo si se confirman las sospechas de que el intérprete asiático ha sido el responsable de filtrar a la prensa las exigentes condiciones impuestas por Jennifer para actuar en un multitudinario evento en la India.
Hace días salió a la luz pública que la popular cantante había perdido un jugoso contrato artístico para inaugurar la nueva edición de la liga de cricket del país debido a lo estratosférico de sus demandas, y ahora el entorno de J.Lo está convencido de que Shahrukh Khan y su productora, Red Chillies, están detrás de lo que consideran un “ataque a conciencia” contra la imagen pública de la diva del Bronx.
“Jennifer está que echa humo, y su equipo envió un correo electrónico a la prensa asegurando que los detalles del concierto solo eran conocidos por gente de confianza de las dos partes [el equipo de la intérprete y el de la productora del actor indio]. Es bastante improbable que el propio entorno de Jennifer esté conspirando contra ella, por lo que está claro que la filtración proviene de la gente de Shahrukh. Jennifer está furiosa por este ataque a conciencia contra su intimidad y su reputación. Las consecuencias están por llegar”, advirtió al diario The Indian Times un allegado a la popular artista.
La empresa que dirige la estrella de Bollywood se ha apresurado, por su parte, a desmentir estas informaciones que se han extendido como la pólvora entre la prensa del subcontinente indio, y sus portavoces apuntan a terceras partes como los responsables de una traición que, en sus mismas palabras, ellos nunca se atreverían a llevar a cabo al considerar a Jennifer como una amiga íntima del famoso Shahruk Khan. Asimismo, y para certificar su disposición a restaurar el dañado prestigio de la cantante, la productora Red Chillies niega tajantemente que la diva hubiera exigido a la organización del evento el pago de una serie de llamativos lujos, entre los que destacaría una estancia en un hotel de cinco estrellas y la puesta a su disposición de un avión privado.
“Las compañías que manejan todo el tema de la logística deben de ser el foco de las filtraciones, ya que son ellas las que se encargan de proporcionar al artista este tipo de servicios. El equipo de Red Chillies nunca se hubiera atrevido a llevar a cabo semejante traición a una persona a la que consideramos nuestra amiga. Las noticias que han publicado los medios no son ciertas. También es falso que Jennifer pidiera un jet privado para ser utilizado en cualquier momento. Como muchas otras estrellas, solicitó ciertas comodidades para ella y sus 20 bailarines: un chef personal, una estilista, mayordomo y guardaespaldas. Pero fue ella la que, finalmente, canceló el contrato porque no estaba muy convencida con el acuerdo. No es cierto que la rechazaran”, explicó al diario Mumbai Mirror una fuente anónima de Red Chillies.