Durante su tratamiento de rehabilitación, la actriz “transformó en un infierno” la vida de sus compañeros de terapia.
La actriz Lindsay Lohan abandonó la clínica de rehabilitación Betty Ford Center y continuará el tratamiento que le ordenó la Justicia en Cliffside, de Malibu, donde deberá permanecer durante, al menos, 90 días.
Según informó Radar Online, Lindsay se negó a asistir a la terapia grupal, algo que molestó al resto de los pacientes que se encuentran en el lugar.
«Lindsay no fue a la terapia grupal. Se negó a ir durante varios días porque pensaba que sus compañeros sacarían a la luz información suya. Esa era su excusa para faltar», contó un allegado a la actriz.
«Ella convertía la vida de todos los que la rodeaban en un infierno. Tenía un comportamiento perturbador y lo hacía a propósito. La institución Betty Ford está ansiosa por verla marchar», agregó.