Pese a alentador de los datos suministrados por el Ministerio de Trabajo, la caída se debió en parte a que más personas dejaron de buscar trabajo, lo que sugiere que el mercado laboral aún está débil.
Tampoco incluyen las pérdidas y los eventuales efectos negativos sobre la industria del huracán Sandy.
Las nóminas de empleo no agrícola subieron en 146.000 puestos de trabajo en noviembre y el desempleo se ubicó en un 7,7 por ciento, por debajo de las estimaciones de analistas que apuntaban a una tasa de desocupación del 7,9 por ciento.