La modelo y actriz Kim Kardashian sufrió el mayor impacto de su vida mediática en la madrugada del lunes, cuando en su cuarto de hotel padeció un inesperado asalto a mano armada en el cual se llevaron un tesoro de joyas valuado en 10 millones de dólares.
Pero seguramente lo que más lamentó la celebridad fue el anillo de compromiso que su marido, el cantante Kanye West le regaló el último mes. Era la segunda sortija que el rapero obsequiaba a su esposa, quien no se detenía de mostrar la joya de 15 quilates en su mano durante todo momento.