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El bailarín, que con su nueva esposa jura estar muy feliz, responsabiliza de la separación al trabajo tan demandante de la Diva de El Bronx.
Jennifer López se divorció de Cris Judd por culpa de su trabajo.
La popular cantante se casó en 2001 con el bailarín Cris Judd, sin embargo, la relación no duró más de ocho meses por culpa, según Cris, de la imposibilidad de la artista por conseguir un equilibrio entre su trabajo y su vida personal.
Hoy, su ex-marido recuerda con gran cariño el tiempo que pasaron juntos, pero admitió recientemente que su romance fracasó por culpa de la excesiva carga de trabajo de la artista latina.
«Tienes que conseguir tener ese equilibrio entre lo profesional y lo personal, y necesitas tener momentos de intimidad. Su horario era extenuante y apenas tenía tiempo libre. Si no me encontraba con ella de viaje, era muy difícil encontrar momentos en los que disfrutar el uno del otro. De puertas para adentro, Jennifer es una mujer muy normal. Pero cuando estás tan solicitada, hay muchas cosas que tienes que sacrificar y las relaciones son algunas de esas cosas. A veces, tu carrera copa todas tus preocupaciones y si no sabes conservar ese equilibrio, no hay nada que hacer. El tiempo que pasé con ella fue hermoso y es algo que siempre recordaré pero ahora me he casado de nuevo y soy muy feliz», se sinceró el artista en la revista «New!»
Cuando no estaba trabajando, Jennifer entrenaba en el gimnasio cada día y durante su matrimonio con Cris, consiguió poner a ambos a dieta. «Era muy estricta con su aspecto. Siempre se preocupaba y vigilaba lo que comíamos y entrenaba diariamente», añadió el bailarín.
